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TVE y una censura histórica: "Érase una vez... el hombre"

Actualizado: 21 may 2023

La serie de dibujos animados de origen galo "Érase una vez... el hombre" (Albert Barillé, Il était une fois... l'Homme) empezó a emitirse en España en 1979, al año siguiente de su producción. Se trataba de una serie insólita para la época: hasta ese momento, los dibujos animados habían sido principalmente un producto de entretenimiento (aunque contuviesen un mensaje ecológico como "La Abeja Maya"); sin embargo ´Érase una vez.. el hombre" asumía un reto pedagógico loable, cual era relatar a los niños la historia universal.



Y lo lograron. Con las obvias simplificaciones que requerían tanto el público al que iban dirigidos los episodios, como la brevedad de estos (26 episodios de unos 25 minutos cada uno), la generación de los años 70 (a la que pertenezco) nos quedábamos embelesados viendo a El Maestro, Pedro, Gordo y Flor retratados en distintas épocas y nacionalidades mientras nos hacían partícipes de los avatares históricos.


Debido al éxito de la serie, Ediciones Junior/Grijalbo publicó paralelamente a su emisión una colección de 13 fascículos, cada uno de los cuales contenía dos episodios secuenciados con capturas de pantalla a las que se añadían textos descriptivos y algunos "globos" con diálogos. Recuerdo mi sorpresa mayúscula al adquirir el volumen 8, dedicado al Siglo de Oro español y a la Inglaterra isabelina. Sorpresa, porque el primero de los referidos episodios no me sonaba de nada. Y había motivos para ello: TVE no lo había emitido.


Las motivaciones alegadas por la cadena pública para la omisión fueron "técnicas", sin más detalles. Y ya se sabe lo que eso significa: el mismo oscurantismo que emplean las compañías aéreas para cancelarnos un vuelo, o las excusas de "un error informático" tan utilizadas por administraciones y banca cuando meten la pata. Pretextos para ocultar una realidad que, en el caso de "Érase una vez... el hombre" respondía a que a los directivos de TVE no les había gustado el modo en que el episodio en cuestión retrataba la historia española.


Ciertamente, visto el episodio no era como para estar muy orgullosos de nuestro pasado. En él se hacía hincapié en la expulsión del pueblo judío, las iniquidades cometidas por la Santa Inquisición y, sobre todo, el expolio y exterminio que los conquistadores habían causado en América. Un aspecto, este último, en el que además de crueles se mostraba a los españoles tan codiciosos como ignorantes: en un desembarco procedente de América, en tanto el comerciante español sólo quería el oro, otro holandés, con más visión, adquiría otros productos y bienes como aves, tabaco y plantas.



Las delaciones anónimas y los autos de fe formaban parte del procedimiento inquisitorial que relataba (con acierto) el episodio censurado.

Pero, gustase o no, todo ello forma parte de nuestra historia. Aunque pueda cuestionarse que el episodio se centrase en los aspectos referidos y pasase de puntillas por toda la influencia cultural que España ejerció durante el Siglo de Oro: obviamente nada se decía de la neoescolástica (lo que quizás se puede comprender, porque una rama filosófica representa un tema árido para los niños), ni de Bartolomé de las Casas (y su reivindicación de un trato justo para los indígenas), en tanto que de la literatura y pintura tan sólo se mencionaba a vuelapluma a Cervantes o El Greco.



Otros dos aspectos que posiblemente no gustasen a TVE, pero ciertos: la triupación de Colón estaba integrada en parte por condenados, en tanto que la política bélica de Felipe II dio lugar a una tala indiscriminada de bosques para la construcción de buques.

Podría añadirse que había un cierto maniqueismo a la hora de retratar a los conquistadores: Hernán Cortés aparecía personificado en la figura de uno de los personajes "fijos" de la serie, El Tiñoso, que era siempre "el malo". Y eso resultaba poco habitual, ya que los personajes-guía de la serie casi nunca representaban a figuras históricas y, cuando lo hacían, encarnaban a personalidades a las que se describía siempre en términos loables (por ejemplo, El Maestro caracterizó a Fidias y a Leonardo Da Vinci).


"El Tiñoso" como Hernán Cortés. Es cierto que no todas las poblaciones indígenas eran tan pacíficas como se relata en el episodio, pero eso no resta peso a las atrocidades cometidas durante la "conquista" de México y que de hecho el episodio no narra en toda su crueldad.

Pero lo cierto es que nada de lo que allí se narraba era un disparate histórico, sino que respondía a una realidad incontestable. ¿Acaso no expulsaron los Reyes Católicos a los judíos a finales del siglo XV? ¿Puede negarse el peso descomunal que tuvo la Inquisición en España y el mucho mal que hizo hasta que empezó a perder fuerza a finales del XVIII, momento en el que todavía Jovellanos, con planteamientos regalistas, recordaba a Carlos IV el espurio origen de su jurisdicción? ¿Es mendaz que la conquista de América se llevó a cabo en contra de la voluntad de sus moradores y a costa de la vida de miles de habitantes de aquellas tierras? Al margen de todo ello, la serie demostró en líneas generales ser bastante ecuánime a la hora de retratar la historia de otros países: por ejemplo, a pesar del característico chauvinismo galo, en la narración de la Revolución Francesa no se ocultaron los desmanes del jacobinismo, ni tampoco Napoleón aparecía precisamente como un héroe nacional. Dicho de otro modo: se trataba de una serie bien documentada, bastante objetiva y casi siempre crítica por igual con todos los países a los que se refería, cuyos claroscuros trataba de reflejar.


Pero eso es lo de menos. Lo relevante es que, al negarse a emitir el referido episodio, TVE incurrió en un flagrante caso de censura que provocó el lógico enfado del productor de la serie. No debemos olvidar, además, que en esos momentos ya había entrado en vigor la Constitución española, cuyo artículo 20 prohíbe la censura. TVE era libre de adquirir o no la serie, pero, una vez acordada esa decisión, omitir un capítulo por considerar que no retrataba convenientemente España representó un puro acto censor contrario al articulado constitucional, teniendo presente que se trataba de una cadena pública.


"El Quijote" y Cervantes fueron unos de los escasos artistas del Siglo de Oro español mencionados en el episodio.

Hay que decir, además, que TVE se mostró arbitraria incluso en sus decisiones censoras. El episodio sobre la Inglaterra isabelina sí fue emitido, y allí se retrataba como un héroe a Sir Francis Drake por su actividad hostigadora contra la armada española (y de paso también se trataba con más mérito del que merecía a Isabel I de Inglaterra). Y sin embargo, la cadena televisiva no operó del mismo modo en el episodio dedicado a los Países Bajos, que, igual que sucedió con el del Siglo de Oro español, tampoco fue emitido. En ese caso porque a los directivos no les agradó el modo en que se mostraba la derrota sufrida por los ejércitos de Felipe II y la pérdida de los dominios en Flandes.


"El Gordo" de los Países Bajos, justo antes de dar una paliza a los soldados de Felipe II (Episodio 16)

Resulta harto complicado que la historiografía se desprenda totalmente de cierta subjetividad. El mismo personaje o acontecimiento histórico puede interpretarse de forma muy distinta. Pero ha de ser el lector (o en este caso el televidente) quien tenga la oportunidad de informarse a partir de distintas fuentes y pueda contrastar opiniones. Si, como sucede con "Érase una vez... el hombre" el destinatario son niños, no por ello es menos cierta esa afirmación: mostrar sólo lo bueno de la historia de España habría sido embellecer y a la par falsear nuestros precedentes. Y si en el episodio no se reflejaba nuestro pasado tal cual fue, en E.G.B. ya teníamos clases de historia en las que los profesores matizarían cuanto habíamos visto en él, o nos abrirían nuevos puntos de vista. Porque formar a un menor también consiste en mostrarle diferentes perspectivas y hacerle ver que la vida no es monocroma. Y la censura consigue siempre justamente lo contrario: exponer un único relato y evitar que existan juicios críticos.

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2 comentarios


El capítulo de la historia de España es vergonzoso, según esa serie los españoles somo malos, tontos, salimos siempre serios, sucios y atrasados, cuando los españoles llegan a Tenochtitlan muestran a los indios como seres amables idílicos y a los españoles como codiciosos sucios, sin embargo en el capítulo de los ingleses cuando Francis Drake, uno de los mayores asesinos de la historia llega muestra a los ingleses piratas muy buenos y a los indígenas como malvados y agresivos, qué enorme diferencia! es exagerado, esta serie es puro veneno xenófobo contra los españoles.

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Miembro desconocido
21 may 2023

Nice Story!

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